El Estado no puede hacerse el distraído

Publicado Diciembre 2019

Políticas que incluyan recortes, ajustes, falta de oportunidades, etcétera, empeoran el estado de salud de las personas y, por consiguiente,

de la población; los colectivos más vulnerables tienen más riesgo sanitario indefectiblemente.

 

Haciendo un recorrido por algunas definiciones de Salud Publica podemos señalar que la misma ha ido cambiando de acuerdo a la comprensión de

la realidad y, por consiguiente, por las intervenciones en función de ella.

 

Desde Charles E. Winslow en los años 20 destacando el paradigma de la salud con un modelo biologicista, pasando por otros autores que hacen

más hincapié en el desarrollo del individuo en su comunidad, como el caso de John H. Hanlon, por los años 70.

 

La definición de Gonzalo Piédrola Gil (1991) empieza a abrir caminos sobre el campo de actuación de la Salud Pública y empieza a incorporar en su

definición otras dimensiones. La define como “el arte de organizar y dirigir los esfuerzos colectivos destinados a proteger, promover y restaurar

la salud de los habitantes de una comunidad”.

 

Podemos ver que hay una evolución en el concepto, pero cuesta reconocer y explicitar hasta ese momento el verdadero rol del Estado. Y ahí no

podemos dejar de mencionar a un argentino, Mario Testa, militante comprometido con los movimientos que luchan por una salud justamente

entendida como un deber del Estado y un derecho de los pueblos.

 

Para no extendernos con más definiciones llegamos así a la definición que propone la Organización Panamericana de la Salud en el 2002, donde incorpora la Responsabilidad del Estado:

“La Salud Pública es el esfuerzo organizado de la sociedad, principalmente a través de sus instituciones de carácter público, para mejorar, promover, proteger y restaurar la salud de las poblaciones por medio de actuaciones de alcance colectivo estableciendo como funciones esenciales: la acción colectiva, tanto del Estado como de la sociedad civil encaminada a proteger y mejorar la salud de las personas a través de una práctica social de naturaleza interdisciplinaria, y la obligación de garantizar la accesibilidad y la equidad”.

 

Estos dos últimos pilares, accesibilidad y equidad, están asociados directamente a la perspectiva de derecho en relación a la salud, reconociéndola como tal y con la obligación del Estado de llevarla adelante conjuntamente con políticas sociales organizadas y en beneficio de las mayorías. Una población que sufre desigualdades, encuentra su primer resorte en el sistema de salud. Una población que ve resentidos sus lazos sociales, laborales, económicos, etc. es una población que se enferma.

 

¿Qué enferman más, los microbios o las políticas que generan desigualdad?

Un precursor sobre la mirada más abarcativa que debía tener la Salud Pública, fue Ramón Carrillo, él decía: “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios como causas de enfermedad son pobres causas”.

 

La atención de la salud debe ser a través de una medicina que combine inevitablemente el contexto histórico, su hábitat, su familia y su comunidad.

 

El Estado no puede hacerse el distraído sobre éste paradigma de protección y atención de la salud y para eso debe generar los dispositivos necesarios para tal fin.

 

Las políticas económicas tienen un efecto lineal en la salud de las poblaciones. Políticas que incluyan recortes, ajustes, falta de oportunidades, etcétera, empeoran el estado de salud de las personas y, por consiguiente, de la población; los colectivos más vulnerables tienen más riesgo sanitario indefectiblemente.

 

El fortalecimiento de los programas de protección social, fomentar las inversiones en los sistemas públicos, permitirán aumentar los niveles de salud de la población, entendiendo que la inversión no sólo sería para paliar los efectos de la enfermedad sino para prevenirla y principalmente para promocionar hábitos y estilos de vida saludables.

 

No podemos eludir que a un país lo constituye su gente y para ello velar por la producción y el bienestar de la misma es vital para que los pueblos puedan apostar por un mundo mejor.

 

En la práctica, ¿qué es la Salud Publica?

Salud Pública es comprender que cada sujeto está inmerso en un contexto socio-histórico específico que se vincula a otros -familiares, amigos, vecinos, instituciones-, que intervenir en salud nunca puede ser un acto solitario para una persona solitaria, que la salud es un derecho  fundamental porque es un derecho en sí mismo; pero es una condición habilitante para el ejercicio de otros derechos. Es comprender que no podemos pensar en salud sin pensar en trabajo, en vivienda, en educación, que es necesariamente con todas esas otras dimensiones.

 

¿Cómo  visualizamos a la Salud Pública como ciudadanos todos los días?

Salud Pública es Prevención, Medicamentos, Vacunas, Accesibilidad, es ILE (Interrupción Legal del Embarazo), es Ministerio de Salud, es Atención de la Salud con perspectiva de género, es Recreación, es el 1er nivel, el 2do, es Atención Interdisciplinaria, es APS (Atención Primaria de Salud), es Enfermería Profesional, es Promoción, es Educación Sexual Integral… es al artículo 4 de nuestra Constitución.

 

Conclusión

Podríamos seguir enumerando un montón más de elementos que la conforman y que se siguen sumando con el reconocimiento progresivo de derechos.

Quienes estamos convencidos y militamos la planificación y ejecución de políticas públicas por parte del Estado, entendemos que es la forma de alcanzar una sociedad más igualitaria.

Se acerca el fin de año y es época de brindis, buenos augurios y deseos por eso decimos…

Al Gran Pueblo Argentino, Salud PÚBLICA!!!!!

LA GRAN IMPORTANCIA DE SABER DE QUÉ SE TRATA LA SALUD PÚBLICA

Por Lic. Carina Conde