SITIO WEB DE SALUD Y CALIDAD DE VIDA DE LA ASOCIACIÓN COOPERADORA DEL CENTRO DE SALUD “LEONOR NATALI DE CAPPELLI”

Publicado Septiembre 2019

HOMENAJE A AGUS

Agustín González Calbano, médico dedicado a los vecinos de El Saladero en la Unidad Sanitaria donde compartía cada día con sus compañeros, falleció hace un año. Las siguientes palabras fueron expresadas en un acto en homenaje que se realizó en el barrio en el que volcó su vocación de servicio.

 

Es difícil encontrarnos para esto, nadie quisiera estar haciéndolo, si no disfrutando de su presencia. Es difícil que las palabras fluyan cuando nos negamos a que esto sea real, pero también es necesario para duelar la pérdida y quedarnos con lo que nos dejó, que tal vez podamos nombrar como legado.

Por amor y por deber reunidos.

 

Por amor, porque era la base de su ser, porque sin amor no se puede trabajar, porque sin amor no se pueden respetar los derechos de los otros, porque sin amor no podemos aspirar a la equidad, igualdad de oportunidades y el derecho a la salud. Es así que él siempre estuvo, conmovido por el amor, llevando y trayendo, viniendo a ver un paciente un domingo, salir corriendo ante cualquier llamado. Como él decía, “amo lo que hago”.

 

Por deber, por que el amor implica una responsabilidad, un deber hacia quienes amamos. Con él pudimos pensar en reunirnos para hacer cosas más grandes, para que todas las voces se oigan. Así, apurado, lleno de ideas, entusiasta, práctico pero enroscado, nos enseñó a pensar nuestras prácticas de un modo distinto, y a los pacientes, “a ser otro tipo de usuarios”.

Siempre cuidando a compañeros, a pacientes. Entendiendo que el cuidado era su receta para la cura.

Han pasado muchos meses hasta que algo pudimos decir, lo hemos despedido muchas veces y parece que ninguna alcanzó, ni alcanzará, lo recordamos en cada acción, discusión, tarea, desafío. Fue poco el tiempo que nos acompañó pero valioso.

 

En su análisis de la vida (trabajo, amor, amistad, etc.) siempre aparecía alguna

referencia histórica pero lo que lo obsesionaba eran los nazis. Imposible recordar

como él, tanta información para replicarla, pero seguramente tendría una anécdota

de guerra o de algún prisionero de Auschwitz sintetizando lo que queremos decir.

Era fanfarrón, pero a la vez humilde. Él siempre valoraba lo que hacíamos los que lo

rodeábamos. Agus te sostenía, te movilizaba y después te dejaba andar con tus ideas

firmes, seguras. Y es así que uno puede ir haciéndose, cuando al lado hay un otro

que confía y te muestra que encuentra en uno eso que ‘no hay’ donde le gustaría.

Generar, alterar algún orden, desnaturalizar, buscar la grieta por donde entrar e

intentar transformar.

 

Agustín... médico, amigo, vecino, compañero, confidente. Un ser lleno de

convicciones y acciones, un luchador incansable en la defensa de la salud pública,

un militante de la vida. Médico de familia, comprometido con su comunidad, sus

pacientes, "su" gente. Conocía a cada uno de los vecinos, se involucraba en cada

situación, promovía y celebraba la organización y actividad comunitaria.

 

Agustín amaba lo que hacía, amaba su trabajo, SU Saladero. Disfrutaba y

disfrutábamos de trabajar en equipo.

 

Docente de la Universidad Nacional del Sur, dejaba su mensaje y enseñanza a las nuevas generaciones de médicos. Por eso nos parece importante compartir una parte de un texto que escribió al que llamaron “Celebro que te indignes” y donde se refleja su accionar, sus pensamientos y su abordaje integral de la Salud: “No dar respuestas ajustadas al contexto familiar y comunitario de las personas es ‘inequidad clínica’, una injusticia donde tu saber vale menos que el de las personas que te consultan. Que no te indignes, es un error, el peor de todos, porque no tiene solución fácil (quizás ni la tiene). Vas a andar bien, pero hagas lo que vayas a hacer, considerá que nuestro trabajo no es cambiar el mundo ni ser los héroes de nada. Hace poco aprendí que eso también es hegemónico y frustra y arruina a los mejores. Simplemente es acompañar a las personas a que tomen la mejor decisión posible sobre el cuidado de su salud.

 

El resto escapa a tu control, por suerte”.

 

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