Uso de psicofármacos

Por: Luis Damiani (Médico Clínico) y Carlota Segonds (Psicóloga) del Centro de Salud “Leonor Natali de Cappelli”

Publicado Mayo 2017

En el último año aumentó un 65% la venta de estas pastillas en Argentina. Generan dependencia y tolerancia, también pérdida de la memoria e inestabilidad.

 

Entre todas las consultas que recibimos en el hospitalito, en los últimos años hemos notado un notable incremento porcentual de aquellas que se realizan por trastornos de ansiedad e insomnio (alteraciones en el buen dormir). Esto coincide con algunos datos estadísticos conocidos en nuestro país que muestran un aumento de más del 30% en las consultas por dichos motivos. Además,  es notable el cambio de perfil de las personas que consultan.

 

Antes, la mayoría de los casos eran de personas mayores, mujeres menopáusicas u hombres con mucha presión laboral, ahora aumentan las consultas provenientes de jóvenes con menos de treinta años que, en muchos casos, ya consumen pastillas… Pastillas para dormir, pastillas para evitar estar tristes, para superar muertes o traumas o para intentar controlar el porvenir o la escasa tolerancia al malestar cotidiano.

 

En el último año se vendieron en Argentina un número de pastillas 65 % mayor que diez años atrás. Los fármacos de venta bajo receta archivada más vendidos  son ansiolíticos, hipnóticos y sedantes.

 

El uso continuado (por más de tres meses) de psicofármacos está desaconsejado. No sólo generan dependencia y tolerancia, sino también está comprobado que producen pérdida de la memoria e inestabilidad. Hay personas que comienzan con dosis bajas, pero cuando el cuerpo se acostumbra éstas ya no producen el mismo efecto y las aumentan. Y así se produce una especie de círculo vicioso.

 

Además de la dependencia física, está la psicológica. Muchos pacientes asocian dormir con pastillas y creen que si no las toman no van a poder conciliar el sueño. Cuando las dejan, sienten malestar, taquicardia y sudoración y vuelven a tomarlas para cambiar esa sensación de abstinencia.

 

Los malestares psicológicos, las preocupaciones cotidianas, los vaivenes económicos, el estrés laboral y el sedentarismo entre otros, son las principales causas de los trastornos de ansiedad y los del sueño. En el caso de estos últimos, le podríamos agregar los malos hábitos alimentarios y el inadecuado uso de la tecnología antes de acostarse (TV, computadoras y celulares).

Si bien existen situaciones médicas específicas donde están adecuadamente indicados algunos de estos fármacos, en la mayoría de  los casos su acción es la de controlar síntomas y no la de curar un trastorno que es de índole psicoemocional.

 

Pan para hoy… y ya

Norberto Abdala, Profesor Consulto de Psiquiatría de la Facultad de Medicina USAL, un sensato

psiquiatra, advierte que “el criterio de resolver los problemas laborales o familiares con

psicofármacos es 'pan para hoy y hambre para mañana', sin embargo muchas veces médicos y

pacientes eligen la vía más rápida, sin evaluar los riesgos a futuro. Lo adecuado, para abordar la

angustia generada por las causas mencionadas, antes que hacer desaparecer un síntoma con una

pastilla, son los tratamientos psicoterapéuticos que permiten destrabar y optimizar los recursos

personales y disponer así de herramientas más eficaces para superar el o los problemas.  Muchas

veces el médico precisa contener al paciente, y en ese caso sí se justifica el medicamento para

poder planificar un tratamiento global, pero éste tarde o temprano debe ser puesto en práctica

y ser abarcador de la sintomatología y de las causas que la generan.”

 

La escucha y evaluación adecuada por parte de un profesional médico o psicólogo debería determinar

si es conveniente, en un determinado momento, el uso de estos fármacos para una persona, así como

también la dosificación y el tiempo de duración de la toma. Usted decide: empastillados u ocupados…

El estrés laboral es una de las principales causas de los trastornos de ansiedad y los del sueño